lunes, 12 de septiembre de 2011

La causa del Asma

Para conocer  la causa del asma es necesario comprender el sistema inmunológico de nuestro organismo.  

Nuestro cuerpo está constantemente expuesto a una gran variedad de micro-organismos infecciosos como bacterias, virus y hongos. Éstos son capaces de provocar diferentes tipos de infecciones, algunas comunes y no muy graves, y otras menos comunes y más serias.
Cualquiera que sea la infección, si es relativamente inofensiva, el Sistema Inmunológico es el responsable de defender al individuo protegiendo los tejidos contra el micro-organismo invasor. Un Sistema Inmunológico normal cumple la función de fagocitar al micro-organismo invasor, limitar el área afectada y obtener la recuperación.

Los componentes del Sistema Inmunológico son: linfocitos B, linfocitos T, fagocitos y complemento.

Las personas con asma tienen un sistema inmune que sobreprotege los pulmones, las células que defienden el cuerpo se acumulan en las vías respiratorias provocando una inflamación y generan mucosidades, que son unas sustancias húmedas que mantienen estas vías respiratorias libres de partículas. Pero si un irritante como el humo, o el aire acondicionado, entra al cuerpo, las células que se encargan de la defensa reaccionan de manera exagerada ya que comienzan a  producir demasiadas mucosidades, y estas obstaculizan las vías respiratorias. Esto genera menor fluidez del aire dentro y fuera de los pulmones. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y el revestimiento de dichas vías aéreas se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar.

Se desconoce cuales son las causas que provocan que las células permanezcan en las vías respiratorias de una persona, pero se sabe que el problema es hereditario, si algún familiar presenta el problema, es probable que se presente en las siguientes generaciones.
En las personas sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias causantes de alergias, llamadas alérgenos o desencadenantes.





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